El estudio de mecánica de suelos es una evaluación técnica que analiza las propiedades físicas y químicas del terreno antes de construir una obra. Su objetivo principal es determinar la capacidad del suelo para soportar cargas, su resistencia, compresibilidad y estabilidad.

A través de ensayos de campo y laboratorio —como el análisis granulométrico, límites de Atterberg o pruebas de penetración— se identifica el tipo de suelo, su nivel de humedad y su comportamiento ante diferentes condiciones.
Este estudio permite diseñar cimientos seguros, prevenir asentamientos diferenciales y garantizar la durabilidad y estabilidad de cualquier estructura, desde viviendas hasta grandes edificaciones o carreteras.